Campamento de verano 2016

No hay Domingo que al salir de Misa no nos quedemos algunos minutos delante de las fotografias que en el claustro describen los campaments de Vall de Boí, organizados por la parroquia. Son ocho días en los cuales podemos convivir con amigos conocidos y por conocer en plena naturaleza. Y al ver as fotos deseamos que prontro venga el verano de nuevo.

Al acabar la escuela, a los pocos días, preparadas las mochilas, a las nueve de la mañana nos encontramos todos en el claustro de la Purísima Concepción. Aunque éste era mi tercer año, el ver este pequeño paraíso que nos esperaba me dio gana de vivir estos días.

El recuerdo más bonito que tengo de este año ha sido la excursión al río. Pasamos todo el día bañándonos: los parajes i los paisajes son espléndidos. Cada día es diferente, hay juegos, excursions; estamos todo el día en movimiento.

El aspecto que más me sorprendió ahora que me voy haciendo mayor (tengo 12 años) es que desde los más pequeños hasta los mayores, todos nos caigamos bien, aunque antes no nos conocíamos. Aunque el programa cabie cada día, siempre hay un momento para la Misa y la catequesis. Este año era sobre las obras de misericordia. Lo que más me sorprendió es que las obras de misericordia no son algo excepcional, sinó algo que se puede hacer cada día. Quien nos hace la catequesis es mossèn Joan y luego intentamos hacer práctica de lo que aprendemos con los monitores, para poderlo hacer en la vida de cada día.

Seguramente se puede pensar que estos momentos sea n pesados o aburridos; al contrario, cuando los vives ves que son divertides pero sobre todo que te interesan.

Ojalá pueda llegar yo a ser también monitora.

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